jueves, 20 de noviembre de 2008

20-N: Un encuentro no del todo inesperado

-¿Generalísimo?
-Hola muchacho. ¿Puedo sentarme?
-Siéntese, siéntese. ¿Le apetece un café?
-Tomaré un orujo.
-¡Jefe, un orujo para el caballero! Generalísimo, no le voy a ocultar que me sorprende verle aquí y ahora.
-Puedes llamarme Caudillo.
-Caudillo, ¿qué le trae a este bar, lejos de la patria y en 2008?
-Yo voy donde quiero y cuando quiero. ¡Faltaría más!
-Ya pero...
-Ni peros ni peras. Además ¿no es hoy mi cumpleaños?
-Caudillo, hoy es 20 de noviembre. Es el aniversario de su muerte.
-Nacimiento, muerte... ¿Qué más dará? Buen día para un orujo y un pitillo. ¿Fumas chico?
-Sí, ¿quiere?
-No, pero fúmate uno tú.

Me enciendo un cigarro. A Franco le traen su orujo. Lo mira con asco.

-Caudillo, decía que me extraña verle por aquí.
-A cierta edad uno pierde la vergüenza. Que no te sorprenda nada de lo que hago.

Franco se tira un pedo, se rasca el culo y con la misma mano se saca un moco y se lo come.

- Y, ¿Cómo es la muerte? ¿Qué tal es estar muerto?
-En mi caso está bien, porque como he sido muy bueno vivo en el cielo rodeado de ángeles y querubines, pero tú irás al infierno.
-¿Usted cree?
-¿Acaso lo dudas?
-Si usted lo dice. De esto entiende más que yo. Por cierto, tengo narices de payaso, ¿quiere una por su aniversario?
-No será roja...
-Verde.
-Pues venga esa nariz.

Nos colocamos las narices. Pasa un hombre con barba de cuatro días y se sienta cerca de nuestra mesa. Unos treinta años, pelo negro estilo casco con mechas naranjas, vaqueros raídos, jersey de algodón verde y una mochila roja de la que saca una carpeta roja de la que saca un par de folios en blanco. Se pone a escribir tras cruzar una mirada furtiva con nosotros.

-¿Le apetece jugar, Caudillo? Es así: elegimos un personaje del bar y tratamos de adivinar su vida.
-Sea. El tipo de la barba. ¡Menudo rojazo! Míralo, no para de mirarnos. Se siente muy seguro de sí mismo, convencido de sus ideales patrañescos, superior. Sin duda un subversivo. Tiene ojeras: ayer estuvo hasta tarde en una reunión clandestina enseñando a sus alumnos -porque es profesor- a imprimir propaganda y a repartirla, a hacer pintadas y a engañar a los buenos guardias civiles cuando por fin los pillen y los interroguen. Podría ser un hombre decente, pero no va a misa. No respeta a sus mayores pero pervierte a chicos y chicas que podrían ser sus hijos.

-El de la barba. No ha mirado el móvil ni la hora. Se entretiene espiando a la gente, robando conversaciones. Anoche su hija no lo dejó dormir. En vez de almorzar con sus compañeros de trabajo, viene aquí solo y se sienta a escribir en una mesa apartada. ¿Para tener perspectiva? No creo. Antes por miedo a hacer lo que le apetece. Jamás adivinaría que estamos jugando a adivinarlo, aunque en el fondo creo que le haría ilusión.

-Bueno joven, lo has intentado, no puede negarse, pero este juego me aburre. Me voy.
-Así Caudillo, ¿sin decirme por qué ha venido?
-¿Acaso no lo sabes ya?
-Lo intuyo, pero no es suficiente.
-Sí lo es. ¡Arriba España!

Franco se levanta y se va. El barbas lo sigue con la mirada hasta que sale. Ha dejado de escribir y está recogiendo. Al pasar por mi lado me entrega esta historia que ahora transcribo "para usted, payaso", dice. Son las doce menos cuarto.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no tengo barba ni narices verdes (excepto cuando me constipo) pero si quiere el Caudillo puede venir a visitarme a la biblioteca de la universidad, que hoy pasaré TODO el día en ella. Al menos, hasta que se retire cierta tela de mi balcón. Intercambio padres por pulpo xDDD

Pichichi dijo...

JAjaj. Si el Caudillo no pasa por la biblioteca a visitarte pues él se lo pierde. En cuanto a lo del pulpo y los padres: si lo que quieres es pulpo, tengo uno disponible enviable vía e-mail (eso sí, tendría que ver que hago con unos padres). En caso de que lo que quieras sea padres, pues se podrían explorar soluciones, tal vez a tiempo parcial o algo así.

la princesa inca dijo...

geniaaaaaaaaaaaallllll
me encantaaaaaaa

besos

Pichichi dijo...

Muchisimas gracias Princesa!
Un abrazote!

ÉCHANGE dijo...

eres un cabrón!